Los descendientes de don Félix Elorza Cortabarría, vasco llegado a Chile desde España en 1858, forman hoy numerosas familias que llevan su apellido. Mi hermano Waldo, (q.e.p.d.), llevó a cabo durante muchos años una interesante y acuciosa investigación sobre los Elorza, en la perspectiva de sus orígenes vascos. Con la información lograda escribió un libro de unas trescientas páginas que llamó ".De los Vascos y los Elorza", que desgraciadamente no alcanzó a ser publicado.
Colaboré con él en la edición de su libro, por lo que estoy bien familiarizado con su contenido y con el valor que tiene, en especial para los muchos Elorza descendientes de don Félix, que residen en nuestro país. Considerando que el esfuerzo de mi hermano no debería perderse en el olvido, creí oportuno preparar con la información que él reunió, este trabajo que procuraré hacer llegar a nuestros parientes Elorza en Chile y Brasil , como una contribución al mejor conocimiento de nuestras raíces y, desde luego, como un postrer homenaje a Waldo.
Para dar término a este preámbulo creo que corresponde una última observación que no es vanal. El libro de mi hermano -lo mismo que este trabajo- no han tenido ni tienen otro propósito que mostrar algunas características de los vascos como grupo humano y cultural, y destacar los muchos de ellos que salieron de su tierra natal, y se asentaron en el Nuevo Continente, en especial en Chile, formando nuevas familias y, como fue el caso de Félix Elorza Cortabarría, de la lejana villa de Oñate. Dos de sus hijos, de su primera esposa dieron origen a sendas ramas Elorza, en Chile: los Elorza Díaz y los Elorza Monardes. Desde luego su caso no es único ni talvez el más destacado, pero es el de nuestro bisabuelo... que dio origen a nuestra familia en el país. Por eso vale la pena recordarlo.
En este punto debo destacar la gratitud cariñosa que Waldo sentía de un modo muy especial, por nuestros viejos tíos y tías maternas, en particular por el tío Guillermo, la tía Berta, la tía Carmela y, desde luego, por nuestra madre, que ya no están con nosotros. Sus evocaciones, fotografías y antiguas cartas, que se fueron desempolvando en muchas conversaciones a lo largo del tiempo, constituyeron un estímulo para Waldo y fueron la base principal de sus escritos. Igual gratitud manifestaba también a los muchos parientes, tanto en Chile como en Brasil, que aportaron sus recuerdos personales, enriqueciendo este trabajo, dándoles un cierto sabor a tradición oral.
Con mi hermano nos llevábamos poco más de un año en edad. Era de carácter alegre y comunicativo, cualidad que conservó a lo largo de su azarosa vida. Una larga y rebelde enfermedad que lo afectó cuando aún era muy joven, lo obligó a interrumpir sus estudios secundarios, que posteriormente terminó, y le impidió seguir estudios superiores después. Ello no fue obstáculo, sin embargo, para adquirir una amplia cultura, ya que desde muy joven fue un lector infatigable y un escritor aficionado ameno, veta cultural que desgraciadamente no explotó. Caí en cuenta de que poseía esta cualidad cuando siendo muy joven aún, viajó por Europa con un grupo juvenil, pues sus cartas a la familia describían con viveza las incidencias del viaje, tanto que en algún momento pensé que estaría escribiendo un diario de viaje. No fue así y yo, desgraciadamente, no conservé aquellas cartas. Posteriormente contrajo matrimonio con Ligya de Souza Leao, joven abogada brasileña de gran sensibilidad cultural, a quien conoció en el viaje anteriormente mencionado. Desde entonces vivió en Sao Paulo, donde trabajó en varios bancos, tal como había hecho cuando vivía en Santiago.
Su vida en Brasil podría caracterizarse por tres facetas. En primer lugar su trabajo social con la comunidad chilena en esa ciudad, para lo cual fundó una asociación que fue muy activa en su tiempo, de la que fue presidente por muchos años. Debido a estas actividades relacionadas con nuestro país, el gobierno chileno lo nombró Cónsul Honorario en Sao Paulo. Siendo también un poco bohemio, tenía muchas amigas y amigos del mundo del espectáculo y deportivo. Dado su carácter sociable y abierto y su gran cariño por Chile, era para el uno de sus mayores agrados recibir y departir con los muchos chilenos -intelectuales, periodistas, políticos, etc.- que pasaban por Sao Paulo. Ello y sus viajes a Chile, no demasiado frecuentes, lo mantenían en contacto permanente con su país.
En segundo lugar, su curiosidad le hizo notar que había un importante número personas que llevaban el apellido Elorza. Tomó contacto con muchos de ellos, descubriendo que eran descendientes de Enrique Elorza García, hermano de nuestro abuelo Francisco y por tanto su tío abuelo, cuyo espíritu aventurero lo había impulsado a iniciar, a fines de 1888 o principios de 1890, un viaje por toda América -saga que se narra más adelante en este trabajo- que terminó en Sao Paulo, donde se casó, dando origen a un numerosa descendencia en ese país.
Waldo vivía solo en Sao Paulo, pues se había separado de su esposa años atrás, dedicado más que nada a escribir. Durante los últimos años sufrió un accidente vascular, lo que limitó sus capacidades para escribir y desplazarse, de manera creciente. Sus hermanos lo trajimos a Chile, donde luego de unos pocos años falleció. Está sepultado en el Cementerio Parque de Santiago,
La investigación de Waldo sobre los Elorza, del entorno territorial y la época histórica en que vivieron fue extensa y acuciosa. Aunque trabajó sin la rigurosidad y método de un historiador -ya que él no lo era- sus resultados fueron bastante completos.
Pedro Oyanguren C. del Centro Vasco de Santiago, que leyó el libro, le escribió "que realizarlo en las condiciones que lo hizo tiene para Ud. un doble mérito". También le aportó algunos antecedentes sobre la villa de Oñate, de donde es oriundo.
Aparte de las enciclopedias y libros que cita, una de las fuentes más importantes de información para su trabajo fueron los registros genealógicos que lleva la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimas Días con fines relacionados con su religión. En ellos se encuentra, además del nombre de las personas, el lugar y la fecha de su nacimiento.
De estos registros Waldo sacó un número importante de nombres de algunos de los Elorza de los últimos 450 años, que corresponden a los registros de la Parroquia de Oñate, copiados por dicha Iglesia.
En razón de su extensión no se reproduce la lista completa en este trabajo, mencionándose tan sólo aquellos que fueron ascendientes en línea directa de Don Félix Elorza Cortabarría, salvo dos casos por su interés histórico: Fernando Elorza, que aparece en el relato de la Batalla de Las Navas, y el Almirante Cosme Damián Churruca Elorza que murió en la Batalla de Trafalgar
En la edición de este trabajo he procurado ser lo más leal posible al original de Waldo. Espero que mi propósito de transmitir fielmente su pensamiento y consideraciones sobre el origen y desarrollo de las familias Elorza en Chile y Brasil, en su estilo personal, con antecedentes fidedignos que logró reunir a través de una especie de transmisión oral y documentación muy especial, dándole al conjunto, en particular a la vida de Enrique, un cierto tono novelesco, sin perder ni alterar por ello su carácter verídico y sentido.
Para dar término a este preámbulo creo que corresponde una última observación que no es vanal. El libro de mi hermano -lo mismo que este trabajo- no han tenido ni tienen otro propósito que mostrar algunas características de los vascos como grupo humano y cultural y destacar los muchos de ellos que salieron de su tierra natal, asentándose en el Nuevo Continente, en especial en Chile, formando nuevas familias y, como fue el caso de Félix Elorza Cortabarría, de la lejana villa de Oñate, dos de sus hijos de su primera esposa dieron origen a sendas ramas Elorza, en Chile y Brasil. Por cierto que seguramente no es un caso único, pero es el de nuestro bisabuelo que dio origen a nuestra familia en ambos países.
1. La rama de los Elorza de Brasil fue fundada por Enrique Elorza Díaz, hijo de Félix, a quien se refiere el Capítulo IV.3 Enrique Elorza Díaz. Su vida en Brasil
Invitamos a quienes tengan información sobre el apellido o familias Elorza los incorporen a este blog.
sábado, 25 de agosto de 2007
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1 comentario:
Muy interesante !!! Soy una elorza nieta de ramon elorza quien vivio en volcan y humahuaca provincia de jujuy argentina en su juventud pero no he podido encontrar mas antepasados por que estan todos fallecidos y no sabria a que rama pertenecen
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